No se puede decir lo que es una mujer, pero quizás sí lo que es una madre:
¿Qué es lo que, en esta figura maternal que, única en su sexo, rechaza ambos sexos, ha podido atraer tanto los deseos de identificación de las mujeres como las intervenciones precisas de los que se encargan de vigilar el orden simbólico y social?
Sacralización de la relación con la madre:
vivimos en una civilización en la que la representación consagrada (religiosa o laica) de la femineidad es absorbida por la maternidad. Sin embargo, si se mira con atención, esta maternidad es la fantasía que alimenta el adulto, hombre o mujer, de un continente perdido: además, se trata menos de una madre arcaica idealizada que de una idealización de la relación que nos une a ella, ilocalizable, de una idealización del narcisismo primario. 209
Una parte del feminismo niega o rechaza la maternidad al considerarla como la imagen y sus abusos de este concepto idealizado
El cristianismo es la construcción simbólica más refinada que restringe la feminidad a lo maternal. 209
Esta reabsorción de la femineidad en lo Maternal, reabsorción propia de numerosas civilizaciones, pero que el cristianismo lleva, a su modo, al apogeo ¿será simplemente la apropiación masculina de lo Maternal, que, según la hipótesis adoptada por nosotros, no es más que una fantasía que oculta el narcisismo primario? ¿O bien podríamos ver en ella, además, el mecanismo de la enigmática sublimación? 210
Una historia feminista que da por sentada la inevitabilidad del progreso, la autonomía de los agentes individuales y la necesidad de elegir entre la igualdad y la diferencia ha reproducido sin cuestionarios siquiera–los mismos términos del discurso ideológico dentro del cual ha operado el feminismo. 18
Conflictos y repeticiones a partir de contradicciones internas, le,as a los que apoyaban pero a la vez desafiaban (individualismo) 19
la proclamación de la revolución de derechos para todos no era consistente con la negación de la ciudadanía de las mujeres. Pero lo que para las feministas era una contradicción evidente, no lo era para los legistadores, que repetidamente les negaron el voto en razón de ser diferentes de los hombres. 19
La diferencia sexual quedó establecida no solo como un hecho natural, sino como una base ontologica para la diferenciación política y social. 20
El feminismo surgió, entonces, como, protesta contra esa exclusión, y su objetivo era eliminar la “diferencia sexual” en la política, pero para ello debía expresar sus reclamos en nombre de “las mujeres” (que a nivel del discurso eran producto de la “diferencia sexual”) y, en la medida en qué actuaba por “las mujeres”, terminaba reproduciendo la misma “diferencia sexual” que quería eliminar. Esa paradoja –la necesidad de aceptar y de rechazar al mismo tiempo la “diferencia sexual”– fue la condición constitutiva del feminismo durante su larga historia. 20
Sólo hay política cuando una “parte no parte”, excluida/invisible, politiza su situación y perturba la estructura establecida del orden de representación política/policial, afirmándose como representante universal y exigiendo la rearticulación de su posición particular, 19
Lucha por el orden de la visibilidad/exclusión. Irrupción de una parte no parte que exige reconocimiento.
Sistema republicano:
forma de vida dedicada al interés cívico y al ejercicio de la actividad política del ciudadano (Maquiavelo) 25
Principios básicos que le dan gobernabilidad:
para que el nuevo orden fuera aceptable debía reunir dos requisitos básicos: que se promovieran las necesidades propias de la elite a la vez que éstas aparecieran como objetivas y universales. (Alfredo Jocelyn-Holt) 24
Subordinación de la mujer originada por un poder múltiple:
la subordinación que afecta a todas o casi todas las mujeres es una cuestión de poder, pero éste no se ubica exclusivamente en el Estado y en los aparatos burocráticos. Sería un poder múltiple, localizado en muy diferentes espacios sociales, que puede incluso no vestirse con los ropajes de la autoridad, sino con los más nobles sentimientos de afecto, ternura y amor. 146
Un poder no situado en el Estado ni bajo una apariencia hostil.
Crítica a la actitud parricida de las movilizaciones, donde se desechaba la teoría que no se colocara explícitamente de parte de las mujeres, haciendo tabla rasa de lo anterior: “rechazar todas las herencias culturales, las formas de pensar, los instrumentos para observar, las ideas y los valores en los que nos formamos.” 146
Pregunta:
¿Cómo construir teóricamente una diferencia del orden de la naturaleza y objeto de estudio de las disciplinas biológicas en un fenómeno social, objeto de estudio de las ciencias sociales y las humanidades? 146
Llevar la diferencia sexual desde lo biológico al estudio social: objeto de estudio.
La variación sexual es social, porque prácticamente todo lo humano relacionado a la superviviencia elemental también es social:
la variación de los comportamientos sociales están más allá de las diferencias biológicas, porque entre los seres humanos hasta la satisfacción de las necesidades más elementales de la sobrevivencia -alimentación, vivienda, vestuario, etcétera- están determinadas por construcciones sociales. 146-147
Subordinación femenina como producto del ordenamiento patriarcal (Kate Millet desde Max Weber)
En este mapa conceptual se resume el texto “Sobre la categoría de género. Una introducción teórico-metodológica” de Teresita de Barbieri, socióloga feminista uruguaya.
El texto fue publicado originalmente en 1990, y presenta una sucinta explicación del concepto de género que comprende una breve historia de los estudios sobre las mujeres y temáticas de género, explicación de vertientes teóricas dentro de los estudios de género, profundización en aspectos históricos y antropológicos del concepto, y bosquejos sobre los orígenes de la subordinación de las mujeres.
En particular, ahonda en una perspectiva del concepto y estudio del género como conflicto, y del género como un sistema de poder, apoyada por inspiraciones marxistas y de la obra de Gayle Rubin, quien a su vez se basó en el psicoanálisis lacaniano y las teorías del parentesco de Lévi-Strauss.
La autora define el género como “categoría que en lo social, corresponde al sexo anatómico y fisiológico de las ciencias biológicas” (p. 149), afirmando que “el género es el sexo socialmente construido” (p. 149).
Luego, define los sistemas se sexo/género como:
Los sistemas de género/sexo son los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo-fisiológica y que dan sentido a la satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de las especie humana y en general al relacionamiento entre las personas.
De Barbieri, pp. 149-150
La fuente del texto es: De Barbieri, T. (1993). Sobre la categoría de género. Una introducción teórico-metodológica. Debates en Sociología. Nº8.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
Este mapa conceptual resume las ideas principales de la introducción del libro El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, originalmente publicado en 1949. En particular, se habla sobre las relaciones entre los géneros, detallándola en términos de la dinámica del amo y el esclavo, y luego se ubican ciertos argumentos sobre el sometimiento de las mujeres en su condición biológica. Luego se describen elementos sobre tanto hombres como mujeres, en especial la pretensión de universalismo de los hombres, y elementos claves de la definición de la feminidad en las mujeres. Finalmente, el punto más interesante es la aplicación de la dinámica de la alteridad entre el “Uno” y el “Otro” a las temáticas de género.
La edición citada es la Vintage Feminism Short Edition, “Extracts from: The Second Sex”, (2015) de la editorial Vintage Classics.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
En el texto Indagaciones acerca de los significados sexuales, de Sherry B. Ortner y Harriet Whitehead, originalmente publicado en el libro Sexual Meanings: The Cultural Construction of Gender and Sexuality (Cambridge, 1981), las autoras buscan explicar el origen de los signficados culturales del género, la sexualidad, la reproducción, y las concepciones sobre mujer y hombre.
Para lograr dicho objetivo, presentan metodologías de análisis simbólico que distinguen entre vertientes culturalistas y sociológicas. A partir del análisis de estudios antropológicos, desarrollan su búsqueda por la fuente de los significados de género a través de diversas culturas del mundo. En resumidas cuentas, y como es común en los estudios de género, explicitan que “en la mayoría de las culturas, las diferencias entre hombres y mujeres son pensadas como conjuntos de oposiciones binarias asociadas metafóricamente” (p. 134). Por ello, su análisis las lleva a estudiar los significados de la clásica oposición entre naturaleza y cultura, la cual se desarrolla de manera más aterrizada en el par dicotómico entre interés particular y bien social, que también puede interpretarse como la diferencia entre las esferas privadas y públicas de la vida social. Ocurre que, en las sociedades patriarcales de occidente, la esfera de las coordinaciones sociales de mayor envergadura (es decir, el ámbito público) está controlada por los hombres (p. 155), lo que tiene como consecuencia la supeditación de la esfera pública (adscrita a las mujeres) al control social de actores masculinos.
Este mapa conceptual es un resumen del texto El tráfico de mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo. En este texto paradigmático, la antropóloga cultural Gayle Rubin utiliza los aparatajes conceptuales de dos grandes autores de la psicología y la antropología –Sigmund Freud y Claude Lévi-Strauss– para esbozar una teoría sobre el origen de la opresión de las mujeres que no necesariamente dependa de la esfera económica de la sociedad. En este ejercicio, se inspira en el intento que realizó Friedrich Engels con “El origen de la familia…”, buscando los orígenes profundos de la estructura de género en los sistemas de parentesco, la sexualidad y la familia. El resultado es una teoría que entrelaza de forma coherente el concepto de sistema de parentesco y la teoría del complejo de Edipo del psicoanálisis freudiano y lacaniano.
La teoría del sistema de parentescos fue desarrollada por Lévi-Strauss en base a la teoría del intercambio de dones de Marcel Mauss. En ella se establece el tabú del incesto y el intercambio de mujeres como elemento estructurante de las sociedades primitivas, donde, a través de la institución del matrimonio, los hombres intercambian mujeres como si fueran dones o regalos con la finalidad de establecer sistemas sociales cohesionados, de paso estableciendo un sistema jerárquico de los géneros, privilegios masculinos, y heterosexualidad obligatoria.
Por otro lado, la teoría psicoanalítica del complejo de Edipo plantea los eventos psicológicamente traumantes que ocurren al introducir a infantes en sistemas sociales complejos, donde se inscriben en el inconsciente de niñas y niños la existencia de roles y posiciones de género, así como privilegios y derechos diferenciales según género, dejando a les niñes en situación de asumir posiciones de género heredadas por los arreglos familiares en los que nacen; es decir, familias patriarcales donde la mujer es propiedad del hombre, los hombres tienen una posición privilegiada, los varones deben desear a las mujeres y posteriormente poseerlas, y las mujeres deben someterse al dominio masculino y subyugarse a su inferioridad “biológica”.
Este desplante teórico destaca por la introducción del concepto de sistema sexo/género, definido como “conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en producto de la actividad humana en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas” (p. 37), creando así un término que representa distintas culturas en distintos momentos históricos, y sin determinarse por conceptos económicos, que describe los procesos que producen las posiciones de género que asumen los individuos.
La fuente del mapa conceptual es: El tráfico de mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo, por Gayle Rubin, disponible en el libro de Marta Lamas (compiladora) (2015), El género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México: Bonilla Artigas Editores.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).
Este breve mapa conceptual presenta algunas líneas sobre el concepto de género y los avances y las preguntas que se plantean sobre éste desde distintas disciplinas, tales como las ciencias sociales, psicología y economía. También se presentan ideas sobre el origen de las categorías de género, y la función de las mismas.
La fuente del texto desde el que realicé el diagrama es El concepto de género, de Jill K. Conway, Susan C. Bourque y Joan W. Scott, publicado en el libro de Marta Lamas (compiladora) (2015), El género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México: Bonilla Artigas Editores.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
Este mapa conceptual surge de la lectura del capítulo The Sears Case del libro Gender and the Politics of History (1988, pp. 167-178) de Joan Scott; originalmente titulado Deconstructing Equality vs. Difference; or, The Uses of Post-Structuralist Theory for Feminism.
En el diagrama se presentan dos polos: igualdad a la izquierda, y diferencia a la derecha. Entre ellos las líneas continuas representan continuidad argumental, mientras que las líneas punteadas representan enfrentamiento de ideas.