Mapa conceptual que resume esta obra del sociólogo Pierre Bourdieu, la cual ofrece una perspectiva de las relaciones entre géneros y la dominación inherente a ellas desde una particular visión que busca complementar agencia y estructura; es decir, entendiendo al género como disposiciones, hábitos y formas de percibir que vienen dadas desde una visión determinada (la estructura masculina, androcéntrica, dominante), pero que a su vez, por la validez que le damos al percibirlas y actualizarlas en el día a día, resultan en la naturalización. justificación y estructuración de dichas dinámicas.
Se trata de un mapa conceptual enorme, cuyos temas principales son la masculinidad (la virilidad, la socialización de lo masculio, el honor), el cuerpo (la diferencia corporal, la naturalización del género binario, la transformación de los cuerpos, la percepción del cuerpo, la mirada), y la dominación (la violencia simbólica, el orden masculino, la división sexual).
Fuente: Bourdieu, P. (2019). La dominación masculina (14ª edición). Barcelona: Editorial Anagrama.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, sociólogo y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
conjunto de relaciones y compromisos estructurados de acuerdo con el poder, en virtud de los cuales un grupo de personas queda bajo el control de otro grupo. 68
Dominación sexual como ideología
El dominio sexual coloniza nuestros interiores para volverla imperceptible. Como ideología, el dominio sexual cristaliza el concepto más elemental del poder:
Aun cuando los grupos que gobiernan por derecho de nacimiento están desapareciendo rápidamente, subsiste un modelo, arcaico y universal, del dominio ejercido por un grupo natural sobre otro: el que prevalece entre los sexos. 69
Se ha alcanzado una ingeniosísima forma de «colonización interior», más resistente que cualquier tipo de segregación y más uniforme, rigurosa y tenaz que la estratificación de las clases. Aun cuando hoy día resulte casi imperceptible, el dominio sexual es tal vez la ideología más profundamente arraigada en nuestra cultura, por cristalizar en ella el concepto más elemental de poder. 70
Patriarcado
Todas las vías del poder “se encuentran por completo en manos masculinas”; los “valores, la ética, la filosofía y el arte de nuestra cultura (…) son de fabricación masculina”, y “como la esencia de la política radica en el poder”, deriva de ello el carácter patriarcal de la sociedad. (70)
No hay sociedades matriarcales (Marta Lamas también dice esto):
No se conoce en la actualidad ninguna sociedad matriarcal. La descendencia matrilineal, que, según ciertos antropólogos, constituye un residuo o una fase transitoria del matriarcado, no excluye el dominio patriarcal, sino que tan sólo canaliza el poder ejercido por los varones en función de la descendencia femenina (asignándoselo, por ejemplo, a los tios por línea materna). 70
Gobierno patriarcal:
institución en virtud de la cual una mitad de la población (es decir, las mujeres) se encuentra bajo el control de la otra mitad (los hombres), (…) se apoya sobre dos principios fundamentales: el macho ha de dominar a la hembra, y el macho de más edad ha de dominar al más joven. 70
se manifiesta en todas las formas políticas, sociales y económicas, ya se trate de las castas y clases o del feudalismo y la burocracia, y también en las principales religiones, 71
Gobierno:
De acuerdo con las observaciones de Hannah Arendt, el gobierno se asienta sobre el poder, que puede estar respaldado por el consenso o impuesto por la violencia. 71
Política sexual
la política sexual es objeto de aprobación en virtud de la «socialización» de ambos sexos según las normas fundamentales del patriarcado en lo que atañe al temperamento, al papel y a la posición social. 72
Temperamento:componente psicológico
Desarrollo en base a estereotipos característicos de cada sexo
Basados en necesidades y conveniencia del grupo dominante respecto de sus subordinados
Papel social:componente sociológico
Código de conductas, ademanes y actitudes
Realización de los intereses y ambiciones masculinas en los campos de la productividad humana
Posición social:componente político
Prejuicio de la superioridad masculina
Asunción de papeles preeminentes, apoyadas por el temperamento que desarrollan
Aspectos biológicos
La mayor musculatura del macho es estimulada culturalmente, pero no determina una “categoría adecuada sobre la que pudieran basarse las relaciones políticas en el seno de la civilización” (la autoridad del padre es un efecto, no causa, derivado y establecido por la religión, a diferencia de lo que aseguran las leyes romanas clásicamente estudiadas, donde la familia deriva del poder ejercido por el padre sin explicar cómo se establece ello como institución (73).
La supremacía masculina no es biológica, sino que se basa en “la aceptación de un sistema de valores cuya índole no es biológica” (74)
Si el patriarcado es supuestamente inevitable por razones fisiológicas, esto no explica su origen:
De acuerdo con una hipótesis muy difundida, el patriarcado constituye un fenómeno endémico en la vida social humana, inevitable desde un punto de vista fisiológico. Semejante teoría atribuye, pues, al patriarcado un origen lógico e histórico. Pero si, como creen algunos antropólogos, dicha institución fue precedida por otra forma social que calificaremos de prepatriarcal, el argumento de la fuerza física no basta para explicar sus orígenes (a menos que la mayor robustez del varón se haya visto ensalzada a consecuencia de un cambio de orientación unido a la adquisición de nuevos conocimientos o valores). 74
Los cultos a la fertilidad se orientan hacia el patriarcado en cierto momento de la historia, “subestimando y degradando la función de la mujer en la procreación y atribuyendo el principio vital únicamente al falo.” (75). Luego, la religión consolidó:
La religión patriarcal consolidó esta situación creando uno o varios dioses masculinos, desterrando o desacreditando a las diosas y construyendo una teología cuyos postulados básicos reforzaban la supremacía del varón y tenían por mi- sión esencial mantener y justificar la estructura patriarcal. 75
Carácter cultural del género: “estructura de la personalidad conforme a la categoría sexual” (77)
Género
Concepto de género es independiente del de sexo.
Stoller: Sex and Gender, 1968:
Utilizaremos el término género para designar algunos de tales fenómenos psicológicos: así como cabe hablar del sexo masculino o femenino, también se puede aludir a la masculinidad y la feminidad sin hacer referencia alguna a la anatomía o a la fisiología. Así pues, si bien el sexo y el género se encuentran vinculados entre sí de modo inextricable en la mente popular, este estudio se propone, entre otros fines, confirmar que no existe una dependencia biunívoca e ineluctable entre ambas dimensiones (el sexo y el género) y que, por el contrario, su de- sarrollo puede tomar vías independientes. 77
Stoller:
El vocablo género no tiene un significado biológico, sino psicológico y cultural. Los términos que mejor corresponden al sexo son “macho” y “hembra”, mientras que los que mejor califican el género son “masculino” y “femenino”; éstos pueden llegar a ser independientes del sexo (biológico). 78
Aspectos sociológicos
Familia
El patriarcado gravita sobre la familia, la familia es el espejo de la sociedad, y es lazo de unión entre sociedad y patriarcado. La familia suple autoridad. Induce la adaptación de sus miembros a la sociedad, facilita el gobierno patriarcal, dirige a los ciudadanos mediante jefes de familia. (83)
Socialización mediante la familia:
La principal aportación de la familia al patriarcado es la socialización de los hijos (mediante el ejemplo y los consejos de los padres) de acuerdo con las actitudes dictadas por la ideología patriarcal en torno al papel, al temperamento y la posición de cada categoría sexual. Si bien distintos padres pueden discrepar ligeramente en su interpretación de los valores culturales, se consigue un efecto general de uniformidad, reforzado por las amistades infantiles, las escuelas, los medios informativos y otras fuentes de educación explícitas o implícitas. 86
En pos del cambio social, es imperante atacar al patriarcado, en tanto punto de conexión con la propiedad y el conservadurismo:
El patriarcado es por necesidad el punto de partida de cualquier cambio social radical. Y ello no sólo porque constituye la forma política a la que se encuentra sometida la mayoría de la población (las mujeres y los jóvenes), sino también porque representa el bastión de la propiedad y de los intereses tradicionales. 88
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, sociólogo y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
En este texto, Judith Butler toma como punto de partida la frase “No se nace mujer, se llega a serlo” para profundizar sus implicancias filosóficas, desarrollando así la teoría de género presente en Simone de Beauvoir con respecto a los procesos de asunción y encarnación del género, así como las complejidades de comprender el género como una elección. En general, el texto desarrolla la idea de que el sexo es tan construido como el género, e ideas sobre el género como estilos corporales y el género como un proyecto corporal en constante actualización.
Este mapa conceptual resume las ideas principales del texto La revolución de género y la transición de la horda bisexual a la banda patrilocal: los orígenes de la jerarquía de género, un sugerente ensayo donde el autor, Salvatore Cucchiari realiza un ejercicio especulativo –informado por la antropología y la antropología– alternativo al que suele realizarse: en vez de pensar cómo nace la sociedad del género moderna, el autor intenta imaginar una sociedad pasada sin género. Luego, se pasa a detallar la transición entre esta etapa sin género de la humanidad, hacia los cambios sociales y culturales que devinieron en el establecimiento del parentesco, el matrimonio, la dominación masculina, la heterosexualidad, y otras características de los sistema sexo-género hegemónicos. Mediante este ejercicio, el autor ilumina inesperadamente las bases del funcionamiento del género y sus posibles orígenes.
En este mapa conceptual se resume el texto “Sobre la categoría de género. Una introducción teórico-metodológica” de Teresita de Barbieri, socióloga feminista uruguaya.
El texto fue publicado originalmente en 1990, y presenta una sucinta explicación del concepto de género que comprende una breve historia de los estudios sobre las mujeres y temáticas de género, explicación de vertientes teóricas dentro de los estudios de género, profundización en aspectos históricos y antropológicos del concepto, y bosquejos sobre los orígenes de la subordinación de las mujeres.
En particular, ahonda en una perspectiva del concepto y estudio del género como conflicto, y del género como un sistema de poder, apoyada por inspiraciones marxistas y de la obra de Gayle Rubin, quien a su vez se basó en el psicoanálisis lacaniano y las teorías del parentesco de Lévi-Strauss.
La autora define el género como “categoría que en lo social, corresponde al sexo anatómico y fisiológico de las ciencias biológicas” (p. 149), afirmando que “el género es el sexo socialmente construido” (p. 149).
Luego, define los sistemas se sexo/género como:
Los sistemas de género/sexo son los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo-fisiológica y que dan sentido a la satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción de las especie humana y en general al relacionamiento entre las personas.
De Barbieri, pp. 149-150
La fuente del texto es: De Barbieri, T. (1993). Sobre la categoría de género. Una introducción teórico-metodológica. Debates en Sociología. Nº8.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache
Este mapa conceptual resume las ideas principales de la introducción del libro El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, originalmente publicado en 1949. En particular, se habla sobre las relaciones entre los géneros, detallándola en términos de la dinámica del amo y el esclavo, y luego se ubican ciertos argumentos sobre el sometimiento de las mujeres en su condición biológica. Luego se describen elementos sobre tanto hombres como mujeres, en especial la pretensión de universalismo de los hombres, y elementos claves de la definición de la feminidad en las mujeres. Finalmente, el punto más interesante es la aplicación de la dinámica de la alteridad entre el “Uno” y el “Otro” a las temáticas de género.
La edición citada es la Vintage Feminism Short Edition, “Extracts from: The Second Sex”, (2015) de la editorial Vintage Classics.
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En el texto Indagaciones acerca de los significados sexuales, de Sherry B. Ortner y Harriet Whitehead, originalmente publicado en el libro Sexual Meanings: The Cultural Construction of Gender and Sexuality (Cambridge, 1981), las autoras buscan explicar el origen de los signficados culturales del género, la sexualidad, la reproducción, y las concepciones sobre mujer y hombre.
Para lograr dicho objetivo, presentan metodologías de análisis simbólico que distinguen entre vertientes culturalistas y sociológicas. A partir del análisis de estudios antropológicos, desarrollan su búsqueda por la fuente de los significados de género a través de diversas culturas del mundo. En resumidas cuentas, y como es común en los estudios de género, explicitan que “en la mayoría de las culturas, las diferencias entre hombres y mujeres son pensadas como conjuntos de oposiciones binarias asociadas metafóricamente” (p. 134). Por ello, su análisis las lleva a estudiar los significados de la clásica oposición entre naturaleza y cultura, la cual se desarrolla de manera más aterrizada en el par dicotómico entre interés particular y bien social, que también puede interpretarse como la diferencia entre las esferas privadas y públicas de la vida social. Ocurre que, en las sociedades patriarcales de occidente, la esfera de las coordinaciones sociales de mayor envergadura (es decir, el ámbito público) está controlada por los hombres (p. 155), lo que tiene como consecuencia la supeditación de la esfera pública (adscrita a las mujeres) al control social de actores masculinos.
Este mapa conceptual es un resumen del texto El tráfico de mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo. En este texto paradigmático, la antropóloga cultural Gayle Rubin utiliza los aparatajes conceptuales de dos grandes autores de la psicología y la antropología –Sigmund Freud y Claude Lévi-Strauss– para esbozar una teoría sobre el origen de la opresión de las mujeres que no necesariamente dependa de la esfera económica de la sociedad. En este ejercicio, se inspira en el intento que realizó Friedrich Engels con “El origen de la familia…”, buscando los orígenes profundos de la estructura de género en los sistemas de parentesco, la sexualidad y la familia. El resultado es una teoría que entrelaza de forma coherente el concepto de sistema de parentesco y la teoría del complejo de Edipo del psicoanálisis freudiano y lacaniano.
La teoría del sistema de parentescos fue desarrollada por Lévi-Strauss en base a la teoría del intercambio de dones de Marcel Mauss. En ella se establece el tabú del incesto y el intercambio de mujeres como elemento estructurante de las sociedades primitivas, donde, a través de la institución del matrimonio, los hombres intercambian mujeres como si fueran dones o regalos con la finalidad de establecer sistemas sociales cohesionados, de paso estableciendo un sistema jerárquico de los géneros, privilegios masculinos, y heterosexualidad obligatoria.
Por otro lado, la teoría psicoanalítica del complejo de Edipo plantea los eventos psicológicamente traumantes que ocurren al introducir a infantes en sistemas sociales complejos, donde se inscriben en el inconsciente de niñas y niños la existencia de roles y posiciones de género, así como privilegios y derechos diferenciales según género, dejando a les niñes en situación de asumir posiciones de género heredadas por los arreglos familiares en los que nacen; es decir, familias patriarcales donde la mujer es propiedad del hombre, los hombres tienen una posición privilegiada, los varones deben desear a las mujeres y posteriormente poseerlas, y las mujeres deben someterse al dominio masculino y subyugarse a su inferioridad “biológica”.
Este desplante teórico destaca por la introducción del concepto de sistema sexo/género, definido como “conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en producto de la actividad humana en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas” (p. 37), creando así un término que representa distintas culturas en distintos momentos históricos, y sin determinarse por conceptos económicos, que describe los procesos que producen las posiciones de género que asumen los individuos.
La fuente del mapa conceptual es: El tráfico de mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo, por Gayle Rubin, disponible en el libro de Marta Lamas (compiladora) (2015), El género: La construcción cultural de la diferencia sexual. México: Bonilla Artigas Editores.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).
Este mapa conceptual es un resumen del texto Cuerpos que Importan (Judith Butler), donde se expone el funcionamiento de la matriz exclusionaria de la diferencia sexual, desde la cual se forma el sexo/género de los sujetos a partir de la reproducción de la norma heterosexual, de acuerdo a la teoría de la performatividad de Judith Butler y apoyada en el concepto de abyecto o abyección, que Butler trae desde la obra de Julia Kristeva.
La fuente se encuentra en el capítulo “Bodies that Matter” del libro Feminist Theory and The Body, A Reader (Janet Price y Margrit Shildrick, editoras, 1999, Routledge)
Toca sobre la imagen o en este enlace para descargar el mapa conceptual.
Esta matriz indica cómo, a partir de una concepción normativa del género (es decir, desde el aparato regulatorio de la heterosexualidad), se produce y reproduce la diferencia sexual por medio de rituales y prácticas performativas. Siguiendo la teoría de Foucault, el poder regulatorio de la norma del sexo produce cuerpos materiales (sexo binario heteronormado) mediante demarcaciones discursivas sobre lo que deben ser (o no) los hombres y mujeres. Entonces, según Butler, la construcción de los sujetos acontece mediante un proceso de identificación performativo, donde la formación de sujetos “válidos” de acuerdo a la norma del sexo heterosexual no sólo depende de una identificación positiva con una imagen sexo/genérica válida, sino que principalmente se sustenta en el repudio y la desidentificación respecto del dominio de lo abyecto: el “afuera” constitutivo de la norma, una zona inhabitable donde vive todo lo que queda “fuera” del binarismo, que son los cuerpos no-válidos y desviados de la norma. Para formar cuerpos válidos, el acto performativo de la continua abyección (repudio, exclusión, discriminación) sería necesario de enactar para mantener el funcionamiento de la norma del sexo/género, y así, el sujeto en formación puede calificar como un cuerpo humanizado, aceptable, o un “cuerpo que importa”.
Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, licenciado y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).bastimapache