Debates en Sociología. Nº8, 1993
Originalmente publicado en 1990
Subordinación de la mujer originada por un poder múltiple:
la subordinación que afecta a todas o casi todas las mujeres es una cuestión de poder, pero éste no se ubica exclusivamente en el Estado y en los aparatos burocráticos. Sería un poder múltiple, localizado en muy diferentes espacios sociales, que puede incluso no vestirse con los ropajes de la autoridad, sino con los más nobles sentimientos de afecto, ternura y amor. 146
Un poder no situado en el Estado ni bajo una apariencia hostil.
Crítica a la actitud parricida de las movilizaciones, donde se desechaba la teoría que no se colocara explícitamente de parte de las mujeres, haciendo tabla rasa de lo anterior: “rechazar todas las herencias culturales, las formas de pensar, los instrumentos para observar, las ideas y los valores en los que nos formamos.” 146
Pregunta:
¿Cómo construir teóricamente una diferencia del orden de la naturaleza y objeto de estudio de las disciplinas biológicas en un fenómeno social, objeto de estudio de las ciencias sociales y las humanidades? 146
Llevar la diferencia sexual desde lo biológico al estudio social: objeto de estudio.
La variación sexual es social, porque prácticamente todo lo humano relacionado a la superviviencia elemental también es social:
la variación de los comportamientos sociales están más allá de las diferencias biológicas, porque entre los seres humanos hasta la satisfacción de las necesidades más elementales de la sobrevivencia -alimentación, vivienda, vestuario, etcétera- están determinadas por construcciones sociales. 146-147
Subordinación femenina como producto del ordenamiento patriarcal (Kate Millet desde Max Weber)
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