Materialidad y relaciones sujeto/objeto en el capitalismo

Jane Bennet (2009) introduce la noción de cuerpos afectivos desde Spinoza (p. 22), la cual expresa una consideración de los cuerpos como entidades capaces de actuar, pero también de sufrir el efecto de otras acciones. Bajo este paradigma, la condición de sujeto u objeto refiere a un modo temporal, análogo a enactar un rol dentro de un binarismo de Dios versus naturaleza (donde una actúa sobre la otra). Nos encontramos ante la misma división paradigmática –prevaleciente en las ciencias sociales– que plantea Mitchell (2002, p. 29), la cual reconoce una oposición entre la intención humana (modo de sujeto) versus el mundo objetual (modo de objeto) como una dualidad marcada jerárquicamente (el sujeto domina, el objeto es sometido).

A lo largo de su libro, Bennet también desarrolla el concepto de cosa-poder (thing-power), el cual –en resumidas cuentas– versa acerca de la prevalencia de los objetos (en palabras de Adorno), o bien, al poder efectuado por los objetos mediante su agencia, el cual es activa e históricamente negado por el sujeto (2009, p. 13). En este sentido, considera los objetos como actantes; es decir, tanto fuentes de acción (Ibíd., p. 9) como objetos (receptores pasivos) de acciones. Se articula en concordancia con la conceptualización de actante y agencia según Latour (1996; Callon y Latour, 1981).

Sobre este marco teórico, referente a la relación entre sujeto y objeto, y planteado bajo un contexto de reivindicación de la abyecta importancia de este segundo factor, ambos textos presentan interesantes (aunque tangenciales) relaciones con el marxismo y su sistema teórico materialista-histórico.

Mitchell (2002, p. 30) comenta cómo, mediante una interpretación poco efectuada de ciertos fragmentos de Marx, el sujeto-capitalista puede ser entendido como capital personificado, en tanto en la intención humana ejercida por dicho agente no responde sino a las reglas y lógicas del proceso de circulación y valorización del capital; es decir, la conciencia del sujeto-capitalista es aquella del objeto-capital, ya que éste, en tanto cosa-poder, dota absolutamente de sentido a la red sociotécnica-capitalismo. Dicha interpretación de la relación sujeto/objeto entre el capitalista y su capital (paradójicamente) identifica (1) en el objeto-capital al sujeto (pues es la intención de la mercancía dicta las relaciones sociales llevadas a cabo en una sociedad de mercado), y (2) en el capitalista el objeto de las reglas desplegadas en la red de objetos-mercancía u objetos-capital. En otras palabras, bajo la lógica del capitalismo (y oculto tras su ideología), las mercancías reinan, y los sujetos enactan su movimiento.

Inmediatamente salta a la memoria la pertinencia la conceptualización marxista del proletario como mercancía, en tanto sujeto que pone a la venta su fuerza de trabajo como objeto dispuesto al intercambio. El proletario vertido al capitalismo es literalmente una mercancía en tanto mano de obra. Volviendo al concepto de Spinoza planteado anteriormente, el modo de los cuerpos que resulta preponderante en el capitalismo, tanto para burgueses como proletarios, es el de objeto, pues si bien para el sujeto-capitalista el obrero es un objeto, ambos son “mod(e)ificados”, como ya se argumentó, en la forma de objetos por el capital (el juego de la “e” indica el rol divino de sometimiento de los cuerpos dóciles). En efecto, el capitalismo refiere a una sociedad de los objetos, un ensamblaje –de acuerdo al concepto de Derrida– donde el capital vuelve en objeto-mercancía al obrero, el obrero produce otras mercancías bajo el trabajo asalariado, y por consiguiente el mundo como mercado referirá a una red sociotécnica ideada para y por el intercambio económico. Como dijo Marx: cegado por la ideología, el capitalista es tan esclavo del capital como el proletario del capitalista, puesto que todo su actuar se configura en torno al proceso de valorización del capital. Probablemente es en este sentido que Mitchell (2002) considera al capitalista también como una especie de objeto.

Dada esta problematización de la sociedad capitalista como una red configurada por mercancías, de las cuales brotan relaciones sociales de producción que reproducen su propia lógica (y poder) objetual, es relevante recordar el concepto de preponderancia planteado por Adorno y referido por Bennet, donde se plantea que la cosa-en-sí no es tal, sino que requiere ser pensada (2002, p. 13) desde la ideología –o discurso, en términos foucaultianos (Foucault, 1972)– que le da sentido de ser. Por ende, una pregunta a plantearse es: si tanto burgueses como proletarios sucumben como sujetos ante el poder objetual del capital, y son vueltos objetos bajo el imperio de la producción y circulación de mercancías, ¿quién es efectivamente sujeto dentro de una sociedad de mercado?, ¿Quién es el sujeto que somete a los objetos que conforman el ensamblaje capitalista?

Referencias

  • Callon, M., y Latour, B. (1981). Unscrewing the big Leviathan: How actors macrostructure reality and how sociologists help them to do so. En Knorr-Cetina, K., y Cicourel, A.V. (eds.). (1981). Advances in Social Theory and Metholodology: Toward an Integration of Micro- and Macro-Sociologies. London: Routledge & Kegan Paul (pp. 277-301)
  • Bennet, J. (2009). Vibrant Matter: A Political Ecology of Things. London: Duke University Press.
  • Foucault, M. (1972) The Archaeology of Knowledge and the Discourse on Language, New York: Pantheon.
  • Latour, B. (1996). On Interobjectivity. En Mind, Culture and Activity, Vol. 3, No. 4. (pp. 228-240)
  • Mitchell, T. (2002). Rule of Experts: Egypt, Techno-politics, Modernity. Berkeley: California University Press.