Extractos: Karen Cordero – La escritura de la historia del arte: sumando(se) subjetividades, nuevas objetivaciones

tal vez decir sencillamente «escritura del arte» tendría más sentido

La base de la historia del arte es traducir el arte en un relato y modos de ordenamiento conceptual:

Traducir el arte en un relato es la base de la disciplina de la historia del arte, es convertir la experiencia sensorial o corporal, y su incorporación consciente, en categorías lingüísticas, en modos de ordenamiento conceptual a los que a menudo se les ha otorgado la categoría de «objetivos», pues se sustentan en metodologías que entretejen la forma y la materia de artefactos (y su recepción) con procesos culturales y políticos.

La escritura sobre el arte ha definino lo que es arte mediante categorías legitimadas y otras marginadas, argumentos de valor, relaciones conceptuales:

la escritura que lo inscribe en la historia (o sea, que ocupa los discursos que ubican el arte como parte de la «Historia»), en gran medida, de hecho, ha definido qué se considera «Arte» al legitimar ciertas categorías de objetos y marginar otros; ha argumentado su valor relativo y absoluto; ha creado términos (estilos, corrientes, movimientos) que facilitan establecer relaciones conceptuales entre obras, pero que a la vez corren el peligro de reemplazar el acto de mirada y la vivencia, o de relegar su potencialidad.

La escritura sobre el arte avala artistas, crea instituciones, macronarrativas oficiales, memorias colectivas…

Disciplina interpretativa, historiográfica, indagadora de significados:

Hoy en día, habiendo reconocido que la historia del arte y, en general, las humanidades, si no todas las disciplinas, son interpretativas, se puede plantear una escritura informada por una conciencia historiográfica y fundamentada al mismo tiempo en su compenetración con el artefacto en su carácter de productor de significado en el presente.

Escritura como herramienta de poder, construcción, significación y revalorización:

escritura como herramienta de poder y de diálogo; herramienta de relectura y de construcción, no de «realidades» o «verdades», pero sí de nuevas posibilidades de narrar y significar el mundo, así como de reinscripciones y revaloraciones de las posibilidades representadas por otros momentos y contextos.

Actitud hacia el pasado:

finalmente no podemos conocer los hechos del pasado sino solamente las huellas que dejaron, y a la vez las narraciones generadas a partir de la inscripción discursiva de estas huellas.

En este contexto el pasado no se figura como una concatenación de hechos-objetos emblemáticos sino como una evocación desde el cuerpo y la mente del espectador que significa las huellas de otros cuerpos y mentes; evocación que permite experimentar un campo de memoria común, un terreno donde se siembra la conciencia histórica asumida como compromiso personal, vital y ético, en lugar de resultar un imperativo retórico desencarnado.

Ordenamiento narrativo en la exposición de arte:

exposición de arte como vehículo de ordenamiento narrativo de la experiencia sensorial y corporal

Poder del arte en la percepción:

poder del arte, de la cultura visual, en su recepción: en las construcciones y reconstrucciones de imaginarios que cataliza.

Curaduría

A partir de estas experiencias he llegado a concebir la curaduría como una forma de escritura con imágenes, objetos y algún apoyo textual; esto es, como una herramienta por medio de la cual el historiador del arte puede generar posibilidades narrativas y perceptuales desde el diálogo entre la visualidad, la multisensorialidad y la palabra. La concepción del cuerpo y su lugar en la construcción de esta narrativa es crucial si entendemos la exposición como un dispositivo para la resignificación de la cultura visual y para que los planteamientos teórico-historiográficos actuales se traduzcan en vivencia. Y, finalmente, la posibilidad de que la construcción de la memoria y la vivencia del arte se conviertan en un diálogo, y no en una narración homogénea o utópica, constituye una de las consecuencias más interesantes de este proceso.

Hacer historia del arte:

hacer historia de arte hoy en día implica no solo el acercamiento a la percepción, la psicología y la estética, sino a las teorías y modelos de textualidad y lectura, tanto literarios como de las ciencias sociales y en especial a los de la historia, que han contribuido al nacimiento y desarrollo de aquel engendro híbrido la «historia del arte» que busca desde entonces su identidad autónoma.

Devenir según Deleuze:

La escritura es inseparable del devenir: escribiendo se deviene-mujer, se deviene-animal o vegetal, se deviene-molécula hasta devenir-imperceptible (…) Devenir no es alcanzar una forma (identificación, imitación, mímesis), sino encontrar la zona de cercanía, de indiscernibilidad o de indiferenciación. (…) El devenir es siempre «entre» o «en medio». (La literatura y la vida, 1994, 13-14)

Voz del historiador:

¿Dónde queda la voz del historiador en este proceso, en este acto de deconstrucción y reconstrucción? Se manifiesta al ubicar su elocución en una colectividad donde hace contrapunto con otras enunciaciones, y al mismo tiempo, al concebir su quehacer, su proceso de significación de la obra de arte, como un acto estratégico en un momento y contexto particular. No enuncia un «descubrimiento» de una verdad absoluta, sino una participación en el cuidado de una estructura comunicativa que entra en diálogo con un público diverso, con hábitos perceptuales y un horizonte de expectativas discursivas formados por la cultura moderna, y a la vez en un momento de quiebre y disolución de esto que solemos llamar «posmoderna», a falta todavía de un apelativo más preciso. Como ha subrayado Roland Barthes en su teoría y práctica textual con respecto al papel del académico-profesor (Barthes 1977): se trata de subvertir y desestabilizar las relaciones habituales de poder (consagradas por nuestras instituciones y formación académica) entre autor-curador-autoridad y público-estudiante-lector, para abrir un espacio que facilite nuevas lecturas, formaciones y reformulaciones de significado.


Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, sociólogo y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).