Extractos: Griselda Pollock – Visión, voz y poder: historias feministas del arte y marxismo

Historia del arte

La historia social del arte —formada por un análisis marxista de la sociedad— constituye un corpus radicalmente nuevo de trabajo para la historia del arte que apunta hacia un desafío de la hegemonía de la historia burguesa y moderna del arte. 46

la historia social del arte yace dentro del ámbito de la teoría cultural y la práctica histórica del marxismo. Debido a que, en gran medida, la sociedad se encuentra estructurada con base en relaciones de inequidad en el aspecto de la producción material, también se halla estructurada sobre divisiones y desigualdades sexuales. La naturaleza de las sociedades en las que se produce el arte, no ha sido solamente, por ejemplo, feudal o capitalista, sino patriarcal y sexista. Ninguna de estas formas de explotación es reducible a la otra. 46

Cultura y desafío a las definiciones sociales de la realidad:

La cultura puede ser definida como aquellas prácticas sociales cuya primera dirección es la significación; por ejemplo, la producción de sentido, o establecer órdenes de “sentido” para el mundo en que vivimos. La cultura es el nivel social en el que se producen aquellas imágenes del mundo y definiciones de la realidad que pueden ser ideológicamente movilizadas para legitimar un orden de relaciones de dominación y subordinación existente entre clases, razas y sexos. La historia del arte se ocupa de un aspecto de esta producción cultural —el arte— como su objeto de estudio; pero la disciplina misma es también un componente crucial de la hegemonía cultural ejercida por la clase, raza y género dominantes. Es por eso que resulta importante desafiar las definiciones de la realidad de nuestra sociedad, que son producidas en las interpretaciones de la cultura desde la historia del arte. 47

Arte como práctica social:

Es una de las prácticas sociales por medio de las cuales se construyen, reproducen e incluso redefinen las visiones particulares del mundo, definiciones e identidades. 59

Sobre el cine

Cine:

el cine debe entendrse como práctica significante, esto es: una organización de elementos que producen significados, construye imágenes del mundo y se encamina a arreglar ciertos sentidos, para ejemplificar representaciones ideológicas del mundo. 59

El cine es una práctica activa de construcción de la categoría mujer:

en lugar de ver las películas como vehículos de significados preconstruidos, o como reflejos de identidades dadas, la práctica tiene que concebirse como una intervención activa: “La película es un punto de producción de definiciones, pero no es ni único ni independiente de, o reductible a, otras prácticas que definen la posición que ocupa la mujer en la sociedad.”25 De esta manera, el cine es una de las prácticas que construyen activa y seguramente las definiciones patriarcales para la categoría mujer. 60

Historia del arte y feminismo

Proyecto de la historia del arte:

desarrollo de prácticas de la historia del arte que analicen la producción cultural en las artes visuales y medios relacionados, en relación con los imperativos procedentes tanto del marxismo como del feminismo. 47

¿Por qué intervenir desde el feminismo en la historia del arte?

no debemos subestimar la significación efectiva de sus definiciones de arte y artista para la ideología burguesa. La figura central del discurso de la historia del arte es el artista, quien es presentado como un personaje ideal, inefable, que contribuye a complementar los mitos burgueses de un hombre universal y desclasado. 48

La creatividad ha sido asumida como un componente ideológico de la masculinidad, mientras que la femineidad ha sido construida según los parámetros del hombre y, por lo tanto, como el negativo del artista. 49

No sólo eliminar los obstáculos, sino cambiar las reglas del juego:

No pensamos que tópico el más importante para las feministas en esta disciplina fuera superar la negación de las mujeres artistas por los Janson y los Gombrich. Tampoco pensamos que registrar obstáculos —tales como la discriminación contra las mujeres, a manera de explicación de su ausencia de los libros de historia— nos proporcionaría la respuesta que deseábamos. Como Rozsika Parker comentó en una reseña de The Obstacle Race (1979) de Germaine Greer: “No son los obstáculos que Germaine Greer cita los que realmente cuentan, sino las reglas del juego las que piden ser revisadas.” 51

Diferencia y oposición

Femenino como otro, diferencia usada como punto para reforzar la jerarquía:

El estereotipo femenino, sugerimos, opera como un término necesario de diferencia, contra el cual el privilegio masculino, nunca reconocido en el arte, se mantiene. Nunca decimos hombre artista o arte de los hombres; simplemente decimos arte y artista. Esta prerrogativa sexual escondida se encuentra asegurada por la aserción de una negativa, un “otro”, lo femenino como un punto necesario de diferenciación. El arte hecho por mujeres tiene que ser mencionado y luego despreciado, precisamente para asegurar esa jerarquía. 52

Lenguaje

Mujer, lenguaje e intercambio:

Para Lévi-Strauss, el intercambio de mujeres entre hombres es la fundación de lo social. Puesto que el intercambio de objetos, a los que el intercambio adjudica un valor, y con éste significado, instituye las relaciones y obligaciones recíprocas que son la base de la organización cultural (es decir,social) como oposición al estado natural. Toda la cultura, por lo tanto, debe ser entendida como intercambio e, implícitamente, como comunicación. La forma másdesarrollada de esto es desde luego el lenguaje. El lenguaje se compone de elementos significativos, ordenados en función de relaciones de significación-producción que establecen posiciones para los emisores y los receptores. La mujer, como una categoría, es producto de una red de relaciones creada en y por medio de estos intercambios de mujeres como madres, hijas, esposas. Su significado es también relativo a los otros términos en el sistema social. Lo que la mujer significa está compuesto a partir de las posiciones en que las personas femeninas se encuentran ubicadas, como madre, esposa, hija o hermana, en relación con una producción concurrente del hombre como categoría, en posiciones tales como padre, hijo, esposo y hermano. El hombre, sin embargo, se encuentra posicionado como quien intercambia, la mujer como signo del intercambio, así como objeto. Si la mujer es un signo, entonces el significado del signo siempre habrá de ser determinado dentro de un sistema de relaciones, por ejemplo, dentro de la organización específica de un grupo, reproducción y sexualidad. En virtud de que es un producto de las relaciones sociales, puede ser modificado. Y porque puede ser modificado, puede ser incesantemente reconstruido. El significado del término mujer se encuentra efectivamente instala do en posiciones económicas y sociales específicas y es constantemente producido en el lenguaje, en representaciones hechas para las personas que ocupan esas posiciones económicas y sociales —fijando una identidad, un lugar social y una posición sexual, e inhabilitando cualquier otra. 61

Reiteración del signo mujer:

La mujer como signo significa orden social; si el signo es mal empleado puede causar desorden. La categoría mujer reviste profunda importancia en el orden de una sociedad. Por lo tanto, debe ser entendida como algo que ha de producirse incesantemente por medio del conjunto de prácticas e instituciones sociales, así como que sus significados son constantemente negociados en esos sistemas significantes de la cultura, como una película o un cuadro. Para entender la disposición precisa de los significados de los términos hombre y mujer, y el orden social basado en ellos, tenemos siempre que poner atención al trabajo que se hace dentro y por un texto, un filme o una pintura en particular. Al mismo tiempo, esta formulación nos permite reconocer la centralidad e importancia crítica de la representación de la mujer en la cultura patriarcal y, a partir de ahí, aprovechar el potencial radical de su análisis y subversión. 61

Diferencia y distinción:

Diferencia, en inglés, quiere decir no ser semejante. La palabra distinción encierra un significado más preciso y correcto: es el resultado de un acto de diferenciación; establecer distinciones, un proceso de definición de categorías. Así, la masculinidad y la femineidad no son términos que designen entidades dadas y separadas, hombres y mujeres, sino son simplemente dos términos de diferencia. 62

Definiciones de patriarcado

Kate Millet: Sexual Politics (1971, p. 25)

Nuestra sociedad (…) es un patriarcado. El hecho es evidente de inmediato, si uno percibe que la milicia, la industria, la tecnología, las universidades, la ciencia, las oficinas de gobierno, las finanzas —en resumen, cada vía del poder dentro de la sociedad, incluyendo la fuerza coercitiva de la policía—, está completamente en manos masculinas.

Heidi Hartman: The Unhappy Marriage of Marxism and Feminism”, Capital and Class, verano de 1979, núm. 8, p. 11.

Podemos definir el patriarcado como un conjunto de relaciones sociales entre hombres, que cuentan con una base material y que, por medio de jerarquías, establece y crea interdependencia y solidaridad entre ellos, lo que les permite dominar a las mujeres. Aunque el patriarcado es jerárquico y los hombres de diferentes clases, razas o grupos étnicos ocupen distintos lugares en el patriarcado, también son partícipes de la relación de dominación sobre sus mujeres; ellos dependen de los otros para mantener dicha dominación (…) La base material sobre la que el patriarcado descansa se sustenta fundamentalmente en el control que ejercen los hombres sobre el poder de trabajo femenino. Los hombres mantienen el control al excluir a las mujeres del acceso a algunas fuentes productivas esenciales (en las sociedades capitalistas, por ejemplo, empleos que pagan salarios efectivos) y mediante la restricción de la sexualidad femenina.


Producción y reproducción de la cultura patriarcal mediante el arte:

Para oponerse a esta poderosa red, tenemos que desarrollar una teoría de cómo el género es producido en realidad, de cómo la sexualidad es socialmente organizada en las categorías de masculinidad y femineidad, experimentada en las posiciones sociales como esposas, madres, hijas, padres, hijos, etc. Estas posiciones son producidas inicialmente en instituciones sociales alrededor del cuidado de los hijos y la socialización, las relaciones familiares, la escuela y la adquisición del lenguaje. Pero tienen que ser constantemente reforzadas por representaciones que están dirigidas a nosotros en términos de prácticas ideológicas que llamamos cultura. Pinturas, fotografías, películas, etc., nos son destinadas en calidad de espectadores y trabajan sobre nosotros para ganar nuestra identificación con las versiones presentadas de la masculinidad y la femineidad. Es un proceso de atarnos constantemente a un determinado (pero siempre inestable) régimen de diferencia sexual. 63


Apuntes y ensayos sobre estudios de género, sociología del cuerpo y teoría feminista por Bastián Olea Herrera, sociólogo y magíster en sociología (Pontificia Universidad Católica de Chile).