Video: ¿Qué es la gordofobia?

Cuerpos Positivos es un colectivo feminista (aún en conformación) enfocado en la discriminación corporal, particularmente aquella ejercida contra las personas gordas.

Actualmente, en un contexto de presiones mercantiles y discriminaciones de género, se ha fomentado un estereotipo de belleza sobre lo que se espera de la imagen de un cuerpo, afectando principalmente a las mujeres, quienes son constantemente criticadas y medidas según su apariencia. Evidencia de esto es la enorme industria de la belleza y la moda, que basan sus ganancias en la inseguridad de las mujeres; el uso en publicidad de cuerpos femeninos “perfectos”, alterados quirúrgica y digitalmente; y la masividad de la disatisfacción que sentimos hacia nuestros cuerpos, donde incluso las personas con cuerpos socialmente percibidos como bellos sufren para alcanzar y mantenerse dentro de la norma estética.

Frente a estas (y muchas otras) discriminaciones socialmente permitidas, Cuerpos Positivos nace como un espacio de resistencia y liberación respecto de las presiones que operan sobre los cuerpos, apuntando hacia la aceptación, la diversificación, y el amor propio.

Este video fue realizado por Bárbara Ugarte (quien es también la voz en off), Josefina Reyes, y Bastián Olea, para visibilizar de forma sencilla el concepto de gordofobia como problemática social. A continuación, adjuntamos la transcripción del video:

¿Qué es la gordofobia?

Es cuando la gente mira en menos, trata mal y discrimina a gordos y gordas solamente por su figura. Los gordofóbicos encuentran que la gente gorda es fea, floja, y que comen demasiado, además de un montón de otros prejuicios negativos.

Usando la excusa de que la gordura es equivalente a mala salud, la gente se cree con derecho de opinar sobre nuestros cuerpos y criticarlos. Así, desde lo cotidiano a las situaciones más íntimas, a las gordas se nos rechaza, ignora, y discrimina de distintas formas.

Gordura y salud

El primer cuestionamiento que se nos hace cuando se habla de gordura es sobre nuestra salud. La gente se pregunta: ¿Cómo llegamos a estar así? ¿Por qué no nos cuidamos? Detrás de la supuesta preocupación por la salud que amigos, familiares y desconocidos nos expresan, se oculta un mensaje negativo: “estás fea, necesitas arreglo, eres insuficiente, lo estás haciendo mal…”

Pero el punto va mas allá de que la gordura sea o no dañina, o de que sea o no una enfermedad. Ese es un tema personal. ¡Los gordos somos personas! Merecemos respeto y aceptación como todos, y estamos aburridas de que se nos repita hasta el cansancio una condición que nos vuelve víctimas de prejuicios y de rechazo.

La gente encuentra a la gordura fea:

Ser tratado de gordo o gorda es sinónimo de insulto. “El gordo” es un objeto de burla, donde su cuerpo se vuelve prácticamente su apodo, y “la gorda” suele ser “la simpática”, o nada más que “la amiga”. Por ejemplo, en la tele, las gordas son las rechazadas, las indeseables, las chistosas, o derechamente hacen el papel “de gorda”…

El discurso contra la gordura es tan fuerte, que para muchas, ser gorda es prácticamente una maldición de la que son culpables; y engordar, una pesadilla constante.

¿Por qué no podemos ser vistas simplemente como mujeres normales?

El problema es que la sociedad refuerza ideales de belleza imposibles de alcanzar: Diariamente nos bombardean con las “mujeres perfectas” en las películas, la publicidad, las modelos, ¡en todas partes! Una gorda en bikini o una modelo gorda son imágenes casi impensables!

A los hombres se les enseña que la mujer perfecta es delgadísima, y las mujeres tienen ídolas imposiblemente bellas y flacas, lo cual las presiona a bajar de peso para calzar con el ideal de belleza. Como si el sinónimo de mujer fuese ser bonita, y el sinónimo de ser bonita fuese ser flaca.

¿Qué significa esto para la gente gorda?

Todo esto hace que los gordos seamos víctimas de múltiples discriminaciones, pues los años de rechazo, maltrato  e inseguridad rompen nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.

La gordofobia nos hace sentir como si todos nuestros problemas personales derivaran de la gordura. Nos lleva al extremo de rechazar a nuestros cuerpos y a nosotros mismos…

¿Qué hacer?

Es necesario enfrentar todas las formas de discriminación estética que niegan la diversidad de los cuerpos, y defender la libertad de ser felices siendo nosotras mismas.

Tenemos que aprender a valorar y respetar la diversidad de apariencias y bellezas; aceptarnos y amarnos tal como somos, con todas nuestras imperfecciones, cicatrices, estrías y rollitos!

En lugar de luchar por cambiar nuestros cuerpos, cambiemos la forma en que nos vemos: Aprendamos a querer al cuerpo que ya tenemos y no al que deseamos, y amémonos dejando atrás el temor y la inseguridad por nuestra apariencia, porque nuestra belleza y valía va más allá de nuestra talla o nuestro peso.

Amémonos y empoderémonos, porque ¡Todos los cuerpos son bellos!