La maternidad es la función del otro sexo.
No se puede decir lo que es una mujer, pero quizás sí lo que es una madre:
¿Qué es lo que, en esta figura maternal que, única en su sexo, rechaza ambos sexos, ha podido atraer tanto los deseos de identificación de las mujeres como las intervenciones precisas de los que se encargan de vigilar el orden simbólico y social?
Sacralización de la relación con la madre:
vivimos en una civilización en la que la representación consagrada (religiosa o laica) de la femineidad es absorbida por la maternidad. Sin embargo, si se mira con atención, esta maternidad es la fantasía que alimenta el adulto, hombre o mujer, de un continente perdido: además, se trata menos de una madre arcaica idealizada que de una idealización de la relación que nos une a ella, ilocalizable, de una idealización del narcisismo primario. 209
Una parte del feminismo niega o rechaza la maternidad al considerarla como la imagen y sus abusos de este concepto idealizado
El cristianismo es la construcción simbólica más refinada que restringe la feminidad a lo maternal. 209
Continua leyendo “Extractos y notas: Julia Kristeva – Stabat Mater”Esta reabsorción de la femineidad en lo Maternal, reabsorción propia de numerosas civilizaciones, pero que el cristianismo lleva, a su modo, al apogeo ¿será simplemente la apropiación masculina de lo Maternal, que, según la hipótesis adoptada por nosotros, no es más que una fantasía que oculta el narcisismo primario? ¿O bien podríamos ver en ella, además, el mecanismo de la enigmática sublimación? 210